viernes, enero 27, 2006

Similes

Mil seiscientas historias. Una entrelazada entre otra, formando una red de comunicación y vida. Cada cual se sienta a su lado, pero nadie se inmuta que puede tener al ser más amado de su historia. Se rozan, se miran, se ignoran y se piden permiso. Por más de que duren todo un viaje, no se cruzan ni una palabra. Yo los oigo con música, como quien trata de colocar una banda sonora al cine mudo. Ancianos enfermos, niños llorando, jóvenes con maletas, chinos con uniforme, ejecutivos de bancos y novecientas noventa y cuatro historias más, que en realidad, muchas veces conquistan. Otras aburren.
Así es la historia de la vida; cada persona se monta en el sueño y trata de entender o de ignorar que sucede en este viaje llamado destino.
O... así tambien es la historia en un bus de Bogotá (Germania).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonito encontrar sus escritos. Bonito encontrar este escrito en especifico. Habia estado pensando cosas parecidas ayer y me emocione al verlas escritas aqui, ahora.
y ya.