jueves, febrero 23, 2006

Para que se rían aquellos que odian al Ministro

Esta es una parte que he querido publicar del periódico Galaxias Unidas. Como podrán ver, no he publicado el nombre a petición de Papayo, gobernante supremo del departamento de Robo Blanco, de la estación de Fuerzas Policiales. Espero que los que lo odien, no se rían de a mucho...

Galaxias Unidas

... Por una realidad más fantástica ...

Ayer fue asaltado el ministro de Relaciones Galácticas en el automóvil de transporte masivo, a causa de tres hombres. Sin razón alguna, se subieron y le quitaron sus pertenencias, dejandolo "empeloto" como mencionó una Chucuttry (pertenecientes al dimineta, paineta muy pequeño, de la Galaxía Menor) ya de edad. Según cuentan los testigos, el Ministro se encontraba en campaña política por "Una galaxía más justa y buena" cuando de la nada, se subieron al automóvil y, con tres armas laser, le quitaron sus tres pertenencias. El ministro que no es ni corto ni perezoso, corrió en busca de los criminales y con la ayuda de un drogmedaryo (Patrulla que apoya el transporte de remedios y medicinas por todo el territorio) acorralaron al ratero. Éste soltó dos de las tres pertenencias robadas. El Ministro nos contó: "En realidad, no sé de donde saqué el valor para perseguir a tres hombres armados. Me pudieron matar si les hubiera dado la gana, pero aún así este planeta mantiene personas justas y buenas que ayudan a los necesitados. Continuaré con mi campaña para que todo el mundo, sea como aquel drogmedaryo. Gracias a YHWH y a la gente buena, por ayudarme". La seguridad de los transportes masivos se esta poniendo en peligro, ya que el Ministro jura demandar a aquella empresa para que las personas que la usen esten más tranquilas en el futuro. Mientras tanto, siguen buscando a los responsables del robo y a todos los implicados. *continúa en la pág 3154047 C

lunes, febrero 20, 2006

A leguas de lenguas

Navegando por la vía lactea, aterrizé en la Tierra en busca de información sobre una nueva nave que esta atacando a ciertos individuos del planeta Holeunismo. Para mi sorpresa, encontré en las orillas del rio Loira una hoja del diario de Spiel.

Adoradísimo Diario:

Ahora si fue. ¿Puede alguien arrepentirse de haber abierto la boca por el bien de la historia? Yo quiero ser una posibilidad. No estoy preocupado. Estoy como feliz, pero expectativo. Diario, fui yo quien le contó a la reina Isabel sobre la verdadera existencia de América, sobre sus secretos e historias. Hasta ahora, la reina se ha hecho la guevona, pero esa información puede ser violada. Ella sabe que yo conozco la tierra que queda en la mitad de Europa y la India. Mientras tanto, tengo que soportar la ignorancia de Cristobal Colón y su expedición por "el otro lado". No puedo creer que la reina no haga nada, pero tambien me parece prudente de su parte. Diario, yo creo que mi información no va a servir de nada; y si llega a servir, será para que Isabel muera tranquila. Es tanto el cariño que le tiene a ese marinerito que no va a hacer nada para desilusionarlo. Yo conocí esa tierra. Sé sus secretos más intimos, su población y sus mitos. Juro que Isabel cree que tendrán esas tierras para toda su vida. Le explique el futuro y lo que ellos llamarán Independencia... pero parece que preferirá la ilusión de Cristobal que la de mantenerse alejado de América. Además, el sapo de Vespucio jurará que llevará su nombre por eso, sin saber que la misma tierra se pondrá como se le de la gana.

Ayy Diario... solo me queda esperar que dejarán esa tierra sola. Por su bien, Cristobal no puede descubrir a América.

11 de Octubre de 1492

S.S.

jueves, febrero 16, 2006

Historia 2

"... Será la partida más dura, pero la más segura. No encuentro otra manera de separarme de este karma. Ahogarme en mi propia melancolia, y si a eso le sumo agua y cianuro queda la combinación perfecta de mi vida. Me encantaría echarle la culpa a alguien, de lo que he hecho. Siento que en cierta parte no fui yo quien realizó todos mis actos. Si yo me hubiera educado, apuesto que sería distinto. Por eso pensé tantas veces en tener un hijo, pero apuesto el doble de lo anterior a que sería él quien me pasara el cianuro en estos momentos. ¿Para que volver si no se a dónde? No hay un lugar exacto al que arrivar. Me siento solo y perdido en medio de la oscuridad maldita de la soledad. Gracias a tu partida, me dejaste sin la mitad. Ese es el problema del amor. Tan puro y tan bello, pero se llega a ir y nos desboronamos pedazo por pedazo. Todos aquellos que han sido amados, han sufrido. Todos aquellos que han sufrido, han asesinado. Sea en mente, en recuerdo, en miradas, pero que han matado, han matado. ¿Por qué tuviste que tocarme y asustarme de esa manera? ¿Cuantas veces no te dije que tenía un arma y que la utilizaría si me sintiera amenazado?. Me hacias tan, pero tan feliz. Ahora solo me queda remedio, que el veneno. Escribir con este dolor es más difícil que empezar a escribir por primera vez. No encuentro la otra hoja, lo que significa que es hora de terminar. Terminar... eso es otra de las cosas que odio. Si pudiera realizar una lista de las cosas que aborresco, no acabaría con ella y no empezaría mi camino. Aún así quiero poner 5 sorbos de ésto. Odio las sorpresas. Odio que me sorprendas. Odio no poder repetirlo otra vez. Odio haberte amado. Pero lo que más odio, es que haya sido ciego y tu sorda..."

Este fue el último escrito de Μελαγχολία Αιώνιος, encontrada en su casa ubicada en el Paineta Oyla (# de Ref. 9253,2).

Poco a poco, siento que esta nave debe dejar de asistir a problemas tan... reales

martes, febrero 07, 2006

4:17

Antes de comenzar a escribir, quiero que esta vez lo lean con "banda sonora". Será la misma canción que me inspiró a mover mis dedos y contar con las palabras exactas lo que quiero decir. Se llama Testimonio y es de Juan Luis Guerra.
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No entendió como le llegó la canción a su mente; solo le comenzó a cantar, como quien no quiere volver a respirar a causa de ese dolor que le salía en cada sol y re. Le cantó como si fuera una despedida, aunque solo le estaba dando a entender que él jamás la iba a olvidar. Era de noche y ella estaba lejos, como el. Cada cosa que veía, cada nota que tocaba le iba a dar razón de cada lágrima que ella derramó. Sé, porque los pienso mucho como un uno, que estaban en el momento más especial. Se estaban arriesgando a amarse sin importar qué ni cómo. Se disculpó con la vida y con la distancia, porque iba a lograr lo imposible. La amaría hasta que la última cuerda callara, hasta que ella lo dejara. Mientras tanto, ella lo oía. Fue suficiente como para no olvidarlo jamás. Después de esta canción, ella nunca podría verlo con los mismos ojos. Tanto amor, duele. Pero, viendolos a ambos tan lejos y sintiendose tan cerca, es el dolor más hermoso de la tierra. No saben que los deparará el futuro, pero en esta canción solo hay tiempo para cantar, no para pensar. ¿Podría intentar otra cosa? ¿Para qué preguntar que otra cosa hacer si solo hay razones para amarla? No hay otra posibilidad, ni pregunta que lo salve. Ella sabrá que hacer, porque como el siempre cree: "Las mujeres siempre saben que hacer". Antes de acabar, el la mira en una foto y sonrie. Ella lo ve en su memoria y hace lo mismo. Ellos solo pueden... esperarse o desesperarse. Yo creo, que van a escoger la primera.

lunes, febrero 06, 2006

Spiel, Mi otro yo...

Querido Diario:
Lo vi rodar por las escaleras. Fué el coñazo más fuerte que se ha podido pegar alguien, en toda la existencia humana. Miré como se movia cada pelo mientras chocaba con el viento y el cemento de las gradas. Era lo más hermoso que la venganza me podía regalar. Era un hecho. Después de ese último golpe, caería en la tierra despidiendose de esta.
Aquí, adorado Diario, es donde me quiero detener. Donde el tiempo tambien se detuvo para mostrarme todo lo que esa persona habia hecho en este mundo. Ni te imaginas todo lo que vi, ni veré todo lo que te puedes imaginar. Pero es como lo mismo. Me dió remordimiento de consiencia. Eso, si no es como lo mismo.
Estoy confundido Diario. A veces creo que ni existes...
Quiero detenerme a pensar, antes de morirme...
Seré imaginación mía?...
Siglo VI a. d. q. J. s. v. C.