martes, enero 17, 2006

En rumbo a Sodad

Setecientas veces. Es el número exacto de las veces en que he pensado eliminar o suprimir algo. No entiendo absolutamente nada de lo que digo, cuando de la nada aparecen esos denominados arranques negativos pre-mortem, que hasta el día de hoy, no los entiendo. Hace poco tomé las dudas que tenía y las mandé a pastar, como si fueran vacas. Definitivamente, es hora de no pensar, de no decidir, de no decir ni hacer nada. Es el minuto de ignorar cualquier movimiento y de escapar del pensar. El segundo de mover y recordar todo lo que se tuvo, sin creer en algo. Es el mes de no creer. Como lo decian en los X-Files: "Trust no one, Believe nothing".
Me toca girar al suroeste... es hora de visitar mi regreso a la soledad.

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