martes, noviembre 21, 2006

Una Candelaria en Transmilenio

Escribo donde sea y, como siempre, donde quiera. Intento evitar los verbos pero los actos suelen ser más importantes que cualquier cosa. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Qué tocar? Rutina diaria que fue consumiendo a todos nosotros, los terricolas hasta pensar con cual pie levantarnos. Otra bocanada y sonrio. No por la indiferencia, mas si por poder ver. No es una discriminación a los invidentes, ni mucho menos les dedico un pesar, pues creo que ellos ven más que los otros (nosotros). Tal vez, es por eso que me conformo con tan poco, pues para mi es suficiente y hasta cierto punto, demasiado. Por primera vez, por circunstancias de la inspiración, me encuentro escribiendo con lapicer, papel, dedos entre abiertos y letrtas marcadas por tinta, no por pixeles. Este escrito simboliza mucho para mi, por eso cuidalo, ya que solo con releerlo recuerdo lo imprescindible que es recordar, los mejores momentos de nuestra extraña vida. No se que tan simbólico o idóneo o cursi llego a ser aquella noche de comida, caminata y visas. Al fin y al cabo espero la orden para servir lo que yo quiero: una mirada mutua o una escapada de este mundo.
No, no quiero propina... gracias

4 comentarios:

PakikoP dijo...

I can say no more.

Anónimo dijo...

"Actions speak louder than words"
...Ojalá eso fuera menos cierto.

om dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nico dijo...

No creo q sea la primera que escribe con lapicero y papel... yo recuerdo un cuaderno de jean book de aquel pensante con 16 cagones años que escribia poemas, frases e historias que salian de adentro..