martes, agosto 16, 2005

Cómo explotó la desilusión

La noticia más grande de la historia me acaba de llegar a mis oidos, como comida al hambriento. Quise rectificarlo, pero en realidad, me di cuenta que estaba vivo. Si, era cierto. Aquel planeta donde una vez habité, explotó. Lo más curioso del asunto, es que se fue con todo y recuerdo. No quedó ni siquiera el rencor, como para decir que por lo menos quedó rastro alguno. La razón? No la sé, ni creo que alguien lo llegue a saber. Eso sí, no queda pieza alguna como para volver a creer en alguna existencia. Apuesto que fue la desilusión... pero la verdad, no existe en mi cabeza importancia alguna. Perdono ese planeta... recuerdo sin dolor... o mejor dicho, no recuerdo porque no me duele, entonces, no perdono. No hay nada que decir. Aunque hoy me encuentro a millones de años luz, con un rumbo fijo y con varias razones para seguir viviendo, veo en mi cabeza como explotó. Debió haber sido hermoso, de eso no hay la menor duda. Ahora solo quedan... mis tres puntos suspensivos.

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