Maldita sea!. Cada día se transforma en una duda más. Deberían haber días de conclusiones, como el día de nacimiento o el día de la muerte (hablo del de los seres humanos). Esos días que lo único que sobresale es la conclusión; o nace o muere, pero que se vea la decisión. El 2005 fue el año de las decisiones. Hubo gente que se fue a otra parte a estudiar, otros que empezaron un nuevo amor, algunos encontraron la soledad, aquellos que murieron y los nuevos que acaban de llegar... por mi parte, me largué a mi mundo. No se cuando regresar, porque la verdad no le veo sentido. La soledad, aquel aire que a muchos acoge y a otros asfixia, es el mismo que me toma en sus brazos ahora, y me arrulla. Pero como el silencio, la soledad puede morir, con una conclusión o decisión...
Solo pido un favor, no me pongan a decidir a mi, porque en realidad... quiero regresar.
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