martes, marzo 10, 2015

Estudio del Recuerdo

Me tomo un instante para soltar el recuerdo, tomar un sorbo de café y mirar al horizonte iluminado por algunos carros que se alejan de esta ciudad a altas horas de la noche (o tempranas horas de la madrugada, dependiendo de cómo el lector analiza el vaso). Lo miro sin sentirlo y exhalo por la derrota que me trae el sólo tenerlo ahí, postrado sobre el vidrio reciclado y mutado en mesa de noche, porque es de esos recuerdos que con sólo mirarlos duelen. Ya ha sufrido la metamorfosis de la mayoría de recuerdos que pasan por detrás de los ojos humanos:

- El primer latido: Es el momento en que el recuerdo pasa rápidamente para ser nombrado pero no analizado. Es la oportunidad para dejarlo correr o atraparlo para saborear. En caso último, no hay vuelta atrás para soltarlo; el recuerdo, como buen recuerdo, se queda.

- Sentido fugaz: Todos los sentimientos se preparan para recordar, así que se despiertan varias partes del cuerpo por el primer anuncio. Como el momento previo del auditorio en una obra de teatro, algunos están de pie u otros ya están sentados y hablando en voz media con su acompañante. Saben a qué vienen pero no saben el qué pasará.

- Tomada de turno: Una vez el recuerdo ha atrapado los sentimientos de su antojo, ellos toman el turno para adecuar su rol a cada momento planteado por la vivencia pasada. En pocas palabras y con un breve ejemplo, la felicidad se adecua perfectamente al instante en que la brisa movía su saco gris en aquella tarde campestre pero, más adelante y en pocos minutos, la rabia se apoderará del portazo que meses después sucedería antes de que dijera "esta mierda no tiene arreglo".

νόστος/ἄλγος: Estas dos palabras griegas son "regreso" y "dolor". Básicamente, componen la raíz del sentimiento final que todo recuerdo trae sin discriminar el final bondadoso o terrorífico que convirtió el momento en ello. Nostalgia. Es el duro y cruel resultado de haber agarrado un recuerdo desde el comienzo.

Por más tortuoso que parezca el final de recordar, es lo que subraya la necesidad del pasado en ser humanos en el presente. La vil responsabilidad de querer añorar, sólo para enfocar nuestro presente con unos mejores lentes, transforman el futuro que se asoma con cada minuto que muere y se transforma en momento.

Lo maravilloso, es que hay pocos momentos que se visten de recuerdos. Es que ahora está de moda el instante...

Estudio realizado por S.Sang en una noche que no llegó el sueño por estar recordando

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