Despertando Los Primarios

Tengo la mente en blanco. Tengo el corazón blanco. Tengo la vida en blanco. Tengo razones en blanco. Tengo los sueños en blanco. Tengo tanto blanco que ya no se que colorear. Quiero resaltar mis colores, marcando la crayola de tu corazón. Pintar de mil formas, aquellas figuras que no he podido dibujar en mis tiempos libres. Me haces falta, compañía. Me rodeas, soledad. Me levanto con ganas de cumplir mi día como me lo he propuesto la noche anterior, pero mi despertador no funciona a la perfección y al final, usar tantos, tampoco funciona. Tal vez, la pereza me molesta antes de dormir como aquella mala influencia que no me deja estudiar. Necesito algo, pero no se si necesite alguien. ¿Por qué las cosas hermosas de la vida vienen que una persona al lado? Me molesta de sobremanera tener que depender de alguien. Pero siempre es así. El calor, la risa, la película de miércoles en la noche, la arrunchada, el beso... siempre viene de alguien más. Yo sé, besarse con el espejo es más que estúpido; es narcisista. Me hace falta ilusionarme con el futuro, pues a veces es cansón jurar que vivo siempre el present Aunque al terminar el día juro con levantarme en el mañana que, para ese entonces, faltará poco. No me dan ganas de levantarme como tampoco me da la gana de enamorarme. No quiero las hermosas cosas de la vida inmersas en derechos, porque al fin y al cabo terminan dando deberes ilegales. Tengo que decidir en: Aprender a vivir en soledad ó dejar de buscar las pequeñas cosas (pues cuando se busca, nunca se encuentra). Tanta compañía como tanta soledad agobian si no se saben manejar, sabiendo que hay que manejarse uno mismo. ¡¡¡¡Rrrriiiiiinnngg!!! ¿Será que me levanto o no? Quiero que mis sueños tengan aquel color deseado. Pero... tengo los sueños en blanco.