sábado, mayo 23, 2015

Descripción #1

Mi vecina me llama desde la ventana. Cree que estoy trabajando y sonrío. Si tan solo supiera que estoy escribiendo de ella... Ahora un hombre (que por dentro ruego que no viva con ella y le de el mismo título) sube 7 tonos y medio para airear un "vecino". Debe ser el alcohol hablando o su aburrimiento a altas horas de la noche. No lo sé. Esto es solamente un ejercicio de escribir lo que sucede en el edificio cuando todos deberíamos estar durmiendo. Algunos murmullos caen por la ventana entre abierta. Son del piso de arriba. Me da un poco de nostalgia porque perdí la oportunidad de embarcarme en una aventura con ellos... Quién sabe qué hubiera pasado si les hubiera respondido su llamado. Nuevos amigos? No creo que para tanto pero al menos este escrito no se estaría desarrollando. Quito mis ojos de la pantalla por unos segundos para abstraer con mis ojos lo que sucede en su apartamento. La cortina entre abierta o una especie de espejismo en tela cubre la posibilidad de analizarlo. El techo es blanco como el mío. Cambio el juego para tratar de hacer este escrito y momento más ameno: contaré las voces y las catalogaré. Me detengo para buscar los cigarrillos. Lo enciendo y mientras inhalo cuelgo la primera voz. Es gruesa como de un hombre flaco pero alto. Tararea una canción y se suma otra voz: es una mujer haciendo el esfuerzo de demostrar sus talentos de ducha. Sonrío. "Detrás de mi ventana" cantan a unísono. Ahora, otra voz de mujer se asoma hacia el abismo y canta para que la escuche. La ignoro porque me anima el juego. Esta nueva voz femenina suena a niña que estudió una carrera que sus padres le aconsejaron u obligaron. Tiene ese sonsonete identificable. La cuarta voz se ríe y es tan gruesa que se nota hasta fingida. Cuento 4 personas en ese apartamento y me doy cuenta que están buscando entretenimiento con lo que esté a la mano. Yo tengo este escrito... pero ya se me torna aburrido. Decido terminarlo. Espero un poco y siento alguien cerca a la ventana. Vuelvo a elevar la ventana pero no hay nadie. Supongo que es hora de terminar, de nuevo. Y así, descubro que los viernes en casa no son tan malos; siempre y cuando cuente con una invitación por parte de mis vecinos y su manera ridícula de pasar los suyos.
A punto de poner el título, alguien 'shishea'... Creo que me leyeron. Si, lo hicieron. Pusieron "El Taxi"; pero hoy no voy a bailar. Gracias.

No hay comentarios.: