domingo, febrero 18, 2007

De Regreso A Caching

Mi adorado Diario:
Veo que has estado muy pensativo últimamente desde la última vez que nos contactamos. Tantos problemas tontos te han puesto en la tarea de sentarte y decirte lo ridículo que eres, y a mi desde mis vacaciones, me da una risa nerviosa. Aún así, no quiero hablarte de eso. En mis vacaciones (por si no lo recuerdas estaba en 1855, en la Tierra, en la 'iluminada' Nueva York) conocí a un hombre muy inteligente dando unos catálogos de su tienda. Su nombre era Charles 'algo' Tiffany, un experto en joyería (que no tenía ni idea que era eso). Traté de que me hablara, pero estaba tan ocupado que me toco leerlo. Lo veía sonriente, entregándole a todo el que pasara uno de esos jlungos (es que se parecen mucho... como lo denominan ustedes: revistas) sin importar su estado, edad, pensamiento, tontería, o cualquier cosa que le pasa a un humano. Cuando vió unos de esos en la basura, se fue a recogerlos con una tristeza enorme. Los limpió con su saco por un largo tiempo y volvió a su puesto, donde volvió a sonreir y a seguir entregando. Sonrió y se entristeció varias veces. Ahí, en uno de esas entregadas y recogidas, aprendí que era intentar. No se trata de vender, porque al fin y al cabo queda una cosa y un hilo, sino de tratar de que te quieran lo que tratas de dar. Eso, mi pequeño pero inteligente Diario, es lo que tratan los humanos todo el tiempo. Unos hacen maromas, galletas, chistes, piropos, puños o millones de locuras para que lo quieran. Si no los reciben, lo limpian y vuelven a intentarlo.
Sabes que es lo que me asusta? Que llegue el punto en que se cansen de recibir, o peor, que se cansen de entregar, o MUCHO peor, que se cansen de limpiar...

S. Sang

Una hora después de escuchar a una pequeña bolsa llorar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por que lo ultimo q se pierde es la esperanza..dijo un dia un pequeño renacuajo sentado en la piedra de spiel...

PakikoP dijo...

ma asombra la habilidad que tengo para no entenderte y para asombrarme cada vez que alguien asegura entenderte...